¿Estás de acuerdo con la cuestión de fondo que plantea el vídeo relativa a la responsabilidad y obligación de las administraciones públicas de presentar una información comprensible para la ciudadanía sobre cómo se gestionan los recursos públicos?
Por supuesto. Todo ciudadano y ciudadana tiene el derecho de tener toda la información sobre dónde y cómo se emplea el dinero público. Las Administraciones públicas gestionan el dinero de todos y todas. Primero de todo, deben hacerlo de la mejor forma posible y explicándolo de la forma más entendible posible.
Aunque creo que un exceso de información puede llegar a hacer que muy poca gente se entretenga en leerlo.
Hay administraciones que se limitan a dar la información de los grandes números, sin entrar en el detalle.
En el vídeo vemos el ejemplo de “Provida”, donde por mucho que el gobierno dé los datos de las subvenciones que concede, se carece de la información de qué se hace con esas subvenciones.
Han sido las organizaciones civiles las que han ejercido presión para averiguar en qué se había gastado la subvención otorgada a dicha entidad, descubriendo gastos no justificados con respecto de su objeto social.
La ciudadanía debe tener acceso a toda la información, e incluso el destino del dinero público que se entrega a una entidad sin ánimo de lucro. Debería ser una condición excluyente: o dan esa información o no reciben subvención pública.
Y por supuesto dar toda la información hasta el final, es decir, si hay desviaciones o incrementos de presupuestos, explicar los motivos y dar la información de las cantidades.
Creo que queda mucho por avanzar en esta línea de máxima transparencia.
¿Qué dificultades pueden encontrar las entidades públicas para presentar la información de manera que sea útil y accesible para la ciudadanía sobre cómo obtienen los recursos, cómo deciden su asignación a partidas de gasto, cómo se gastan y qué valor público se consigue con dicho gasto?
Estamos en el siglo XXI, la tecnología permite dar toda la información de una forma entendible y accesible.
Las entidades públicas deben poner los recursos económicos, materiales y personales necesarios para conseguir una administración más transparente, acorde con nuestros tiempos, más abierta, y más participativa.
La ciudadanía debe saber qué se hace con el dinero público. Pero no sólo a qué se destina, sino que objetivos se consiguen con ello. También debe ser conocedora del nivel de cumplimiento de los planes, de los objetivos, de los presupuestos, de las políticas llevadas a cabo, etc.
Las entidades públicas deben aprovechar las nuevas tecnologías, pero sin descuidar los métodos tradicionales, es decir, el papel, ya que no todos los ciudadanos y ciudadanas tienen acceso a internet y me refiero sobre todo a nuestra gente mayor, que muchas veces nos olvidamos de ellos.
¿Cuál es tu opinión sobre el grado de transparencia de la información presupuestaria en instituciones públicas con las que hayas trabajado/colaborado? ¿Piensas que la información tal y como se presenta es útil y comprensible para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a participar expresando su opinión, y el de fiscalizar cómo se están gestionando los recursos públicos en esta entidad?
En mi caso concreto he tenido y tengo relación con diferentes instituciones públicas y cada una de ellas tiene un grado diferente de transparencia de la información diferente, pero todas ellas son mejorables. Este comentario lo hago ahora después de realizar este curso, donde sin lugar a duda, me ha formado en un aspecto que no tenía tan presente.
Mucha gente considera que la transparencia consiste en que el gobierno de la institución dé y ponga a disposición de la oposición (el resto de partidos políticos) toda la información disponible. Y que sean éstos los que realicen la labor de control y seguimiento, pero en realidad es mucho más. El buen funcionamiento de una institución pública viene dado por el grado de información que se da a la ciudadanía directamente, pues tiene todo el derecho de conocer toda la información.
Creo que se debe dar una información más detallada y concreta, ya que para la ciudadanía es muy difícil fiscalizar el destino final de los recursos públicos.
También creo que se debe dar la posibilidad a que la ciudadanía participe, opine, critique o sugiera. Pero con un mecanismo de control. No puede ser a través de las redes sociales. Las redes sociales se deben aprovechar para informar, pero no para recoger información. Sé que en este aspecto discrepo con el alumno Joaquín Garreta, pero todos somos conocedores de lo fácil que es tener perfiles falsos, desde los cuales se pretende generar opinión o simplemente manipular. Es decir, una sola persona puede llegar a tener cientos de perfiles falsos y opinar sobre algo que le beneficie particularmente. Y la entidad pública pensarse que es la opinión de muchos ciudadanos, cuando realmente es de una persona.
Quiero finalizar dando mi opinión que se tiene que invertir más en transparencia y evitar la corrupción, y se deben tomar medidas para evitarla. La Ley de Transparencia es un gran paso, pero se debe seguir avanzando.
Quiero finalizar agradeciendo esta oportunidad que brinda este curso de entender y ver de otra manera como debe ser la información que se debe trasladar a los ciudadanos.
Gracias y saludos,
Paco Bustos